Crucero por el Canal du Midi (Francia)
Cuando vamos a reservar un crucero, a menudo nos decidimos según el itinerario y los puertos visitados, cosa por otra parte bastante lógica… Sin embargo, pocas veces nos fijamos en un aspecto que acaba teniendo mucha importancia durante el viaje : el tamaño del barco. Este hecho modifica tanto los servicios ofrecidos durante el viaje como los lugares visitados o incluso los peligros de mareo a bordo.
Vamos a considerar 3 tipos de barcos, los de menos de 300 pasajeros, los que ofrecen servicios hasta a 1.300 pasajeros y por último los cruceros previstos para más de 1.300 pasajeros.
Barcos para menos de 300 pasajeros : estos barcos son ideales para personas que quieren disfrutar de un viaje tranquilo y llegar a sitios relativamente poco concurridos. Estos barcos pueden atracar en puertos más pequeños que los necesarios para las naves más grandes. Por lo tanto están más cerca del centro de las ciudades y pueden atracar en localidades menos atestadas y, a menudo, con el mismo interés cultural. Son uno de los mayores atractivos de los cruceros fluviales por ejemplo…
Hay que tener en cuenta sin embargo que en contrapartida, las cabinas suelen ser algo más pequeñas, sin balcones y generalmente admiten solo dobles. Además estos barcos no suelen contar con espectáculos a bordo, ni piscina, ni gimnasio, ni bares…
Para los que se marean hay que tener en cuenta que más pequeño es el barco más se nota el movimiento del mar… Yo no me mareo nunca, y estuve a punto de hacerlo durante un crucero, esperando que zarpara la lancha que tenía que llevarnos de alta mar (donde estábamos anclados) hasta el puerto de Niza, a dos pasos. ¡El colmo después de un recorrido entero por el Mediterráneo!
Por otra parte, en los barcos pequeños todo el mundo acaba conociéndose así que si lo que buscáis es viajar de incógnito no es la mejor opción… Sí lo es, si lo que queréis es un ambiente familiar y más cercano tanto con los pasajeros como con la tripulación.
Barcos para 300 a 1.300 pasajeros : estos barcos son el intermedio perfecto entre los grandes cruceros y las embarcaciones modestas.
Suelen pasar más tiempo en el mar que los grandes cruceros por lo que es el sitio ideal para disfrutar de las piscinas, las actividades a bordo, las instalaciones de ocio…
Las habitaciones son más grandes y se puede solicitar alguna que tenga balcones para sentir todavía más la sensación de estar en el mar.
Suelen ofrecer un buen servicio de comidas, más personalizado que en los grandes buques. Tienen el tamaño suficiente para ofrecer una cocina de calidad sin tener que recurrir a una producción casi industrial como en las embarcaciones más grandes. Siempre se agradece un toque gastronómico algo superior…
Barcos para más de 1.300 personas : ¡casi son una pequeña ciudad sobre el agua!
Estas embarcaciones son idóneas para aquellos que prefieren el viaje en sí a los destinos previstos durante el recorrido. Esos cruceros ofrecen a menudo un abanico variado de escalas en ciudades interesantes pero el tiempo que se puede dedicar a ellas es siempre demasiado corto. Por lo tanto es lo ideal para personas no muy exigentes en cuanto a temas culturales o familias que solo quieren dar una vuelta rápida con los niños y traerlos de vuelta al barco antes que se aburran.
Como hemos comentado al principio, los grandes barcos también son más adecuados para todos aquellos que temen marearse, mayor es el barco menos se siente el movimiento del mar. En este caso, los camarotes más recomendables serían los más cercanos a la línea de flotación aunque, un consejo personal, no los cojáis en los puentes más inferiores porque sino se oye bastante el ruido de los motores.
Esos cruceros tienen además mucha vida nocturna ya que cuentan con discoteca, espectáculos nocturnos, animaciones al aire libre… Incluso la mayoría tienen casino para los más atrevidos.
Y por último, al ofrecer una amplia oferta de actividades durante todo el día son cruceros ideales para viajes con familias : los niños pueden ir al club infantil mientras los abuelos se divierten en un torneo de guiñote y los papás bajan a tierra para disfrutar de la excursión. ¡Y todo el mundo contento!
Como podéis ver, en algunos casos, el tamaño importa : ¡tenedlo en cuenta a la hora de reservar vuestro próximo crucero!
